El pavés, o ladrillo de cristal, es un material con unas características muy especiales que lo han impulsando en el sector de la construcción y la decoración. Se utilizan tanto para interiores como exteriores, debido a su resistencia y variedad de diseños que ofrecen.
Contribuye a un mejor aprovechamiento de la luz natural, ya que tienen una finalidad similar a la de un tragaluz, favoreciendo la iluminación y la sensación de amplitud en los espacios. En casas poco iluminadas, permite la entrada de la misma a estancias que no comparten pared con la fachada, es decir, favoreciendo la claridad en las habitaciones interiores.
Éstos bloques, a pesar de que facilitan la filtración de la luz, no permiten que se distinga lo que hay en los espacios contiguos, por lo que son muy recomendables para separar estancias independientes o bien dentro de un mismo espacio, dotándolo de un toque moderno, colorido, luminoso y muy personal.
Las posibilidades que ofrece éste material son de lo más variadas. La forma más frecuente en la que podemos encontrarlo es cuadrada, pero gracias a la mejora de la técnica se han creado nuevos diseños con apariencias curvas y de esquinero, lo que permite poder adaptarlo a espacios complicados.
En cuanto al color, existen incoloros, transparentes, ahumados, de colores, e incluso haciendo aguas. Ésto permite decorar una pared u otro elemento en la tonalidad que deseemos. Se pueden encontrar de diferentes dimensiones y acabados. La diversidad de diseños permite ambientar los espacios con una temática concreta.
Alcanzan un grosor considerable, por lo que son difíciles de romper y bastantes seguros.
Actúan de aislante acústico
Es un buen aislante térmico y resiste sin problemas los cambios de temperatura.
No envejece con el paso del tiempo, se mantiene siempre en las mismas condiciones.
Se realiza con materiales reciclables.
Es apto tanto para estructuras verticales como horizontales.
Ofrece infinidad de posibilidades y aplicaciones decorativas como suelos, techos, tragaluces, fachadas y muros, entre otros, gracias a su resistencia y durabilidad.
Como mampara de ducha. Es más higiénico, resistente, fácil de limpiar y decorativo que las mamparas tradicionales.
Separando la cocina del comedor. Puede que ambas estén en la misma estancia y de ésta manera proporcionamos a cada una de ellas cierta privacidad.
En un loft, para separar la zona del dormitorio creando un ambiente más íntimo, sin acabar con los espacios diáfanos.
Para pasillos y recibidores, que suelen ser espacios estrechos y de tránsito, generalmente con poca luz.
Como barra de cocina.
Zonas de escaleras.
En fachadas de edificios públicos, puesto que es un elemento decorativo para el exterior y aislante para el interior.
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